Sus orígenes se encuentran en 1880, en la cervecería Saint Michel de Waarloos, en Bélgica. Desde 1986 se encargan de su elaboración los maestros cerveceros belgas Alken-Maes de Waarloos, Bélgica. Actualmente pertenece al grupo cervecero Heineken y se sigue elaborando siguiendo los métodos tradicionales. La alta calidad de este producto le ha valido una medalla de plata en la selección Monde de 1989. Su etiqueta de fondo negro con letras rojas sugiere un carácter maléfico, en referencia a su alta graduación.